Otro año más nos preparamos para celebrar un nuevo 8 de marzo. Un largo camino se ha recorrido en la búsqueda de equidad entre géneros pero queda mucho, muchísimo por hacer. Muy poco podemos pararnos para ver y hablar de lo logrado, sino que hay que seguir luchando (y esa es la palabra) por conseguir más espacio, más visibilidad y más reconocimiento para las mujeres.
Imagen:www.coordinadoraongd.org |
E insisto que se debe seguir luchando. Cuando en el Parlamento Europeo hace unos días un eurodiputado se permitió decir públicamente, "Por supuesto que las mujeres deben ganar menos que los hombres. Porque son más débiles, más pequeñas, menos inteligentes, y por eso tienen que ganar menos”, hay que seguir luchando. Estas palabras se han escuchado durante un debate sobre la brecha salarial existente entre hombres y mujeres, y las ha pronunciado un eurodiputado polaco, el ultraderechista Janusz Korwin-Mikke, conocido por sus comentarios antisemitas, machistas y racistas. El comentario fue contestado en una justa réplica de la eurodiputada Iratxe García que afirmó estar en el Parlamento Europeo para “defender a las mujeres” de hombres como él. Por favor, defiéndeme a mí también... Si un diputado es un representante de los ciudadanos, las palabras de Janus Corwin-Mikke les representan. En mayor o menor porcentaje, pero representan el sentir de una parte de la sociedad europea. Y eso, creo, nos indica que nuestra sociedad no se encuentran en un buen estado de salud respecto de la relación Género-Sociedad. Por mucho que se haya logrado.
Iratxe García Imagen:www.elmundo.es |
Ya hablamos en otra entrada que las últimas investigaciones en ciencias sociales han dejado claro que para alcanzar la equidad, el factor tiempo no es la clave fundamental. El tiempo puede ayudar pero no es la solución. Esas mismas investigaciones han puesto de manifiesto que existe un sesgo, inconsciente o no, entre hombres y mujeres que hace que se valore más positivamente el trabajo de los hombres frente al de las mujeres. Centrándonos en el campo científico, pensamos que los hombres hacen ciencia mejor que las mujeres. La única manera de cambiar esa idea es con más cultura científica, mostrando a todas esas mujeres que llevan años, muchos años, trabajando en investigación y consiguiendo grandes logros para la sociedad. Otro dato importante de estas investigaciones es que este sesgo no es exclusivo de los hombres. Las propias mujeres también lo presentan y pone de manifiesto hasta que punto las ideas calan en las personas aunque sea de manera inconsciente. El factor tiempo, de por sí, no puede ser la solución. Necesitamos soluciones más activas y participativas.
Ese sesgo, inconsciente o no, en la valoración de capacidades se cuela como el agua por las rendijas en los lugares más insospechados. Por ejemplo, los premios L'Oréal-UNESCO conocidos como For Women in Science, son uno de los premios más reconocidos y valorados. Desde 1998, este programa tiene como objetivo asegurar que la investigación en todos los campos aprovecha al máximo la inteligencia, la creatividad y la pasión de la mitad de la población del planeta, las mujeres. Durante los últimos 18 años, el programa ha premiado a 92 investigadoras y ha apoyado a otras 2.438 mujeres que contribuyen a hacer del mundo un lugar mejor. Para la elección de las premiadas, 5 cada año, se establece un tribunal formado por personas de reconocido prestigio mundial a nivel científico. Pues bien, desde su inicio hace 18 años nunca ninguna mujer había presidido este tribunal hasta el último año de celebración en marzo de 2016. La presidenta ese año fue la profesora Elizabeth Blackburn, galardonada con el Premio L'Oréal-UNESCO For Woman in Science 2008 y ganadora del Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 2009. El propio premio lo reconoce con cierto orgullo en su página web. La pregunta parece lógica, ¿No sería lo más correcto que SIEMPRE hubiera sido una mujer la presidenta de este tribunal?... Si estamos buscando reconocer la labor de las mujeres científicas lo más fácil es empezar reconociendo su labor con el cargo de más alta responsabilidad: presidenta del tribunal. Porque tenemos investigadoras con el suficiente nivel como para presidir ese o cualquier otro tribunal.
Pero hoy estamos de celebración, y las celebraciones, no solo deben ser reivindicativas. Hoy queremos hablar y mostrar el trabajo de Elena García Armada
Lugar y fecha de nacimiento: Valladolid, 1971.
Formación académica: Ingeniera industrial con un doctorado en robótica.
Trabajo: centro de Automática y Robótica del CSIC.
Elena García Armada Imagen: www.cmima.cisc.es |
Formación académica: Ingeniera industrial con un doctorado en robótica.
Trabajo: centro de Automática y Robótica del CSIC.
A esta ingeniera industrial le cambió la perspectiva laboral conocer a Daniela, una niña con una tetraplejia causada por un accidente de tráfico. Elena García Armada aparcó el diseño de robots orientados a la industria y centró su trabajo en la fabricación de dispositivos concebidos para facilitar la vida a determinados colectivos poco favorecidos. Hoy esta investigadora dirige el equipo pionero en fabricar un exoesqueleto biónico que permite andar a niños sin movilidad en las piernas. El prototipo fue testado satisfactoriamente por la propia Daniela. Pero, paradójicamente, aún no ha salido del laboratorio porque la financiación que posibilitaría su comercialización no acaba de llegar. Mientras busca fondos, Elena García Armada sigue desarrollando nuevos exoesqueletos para niños con atrofia muscular espinal, una enfermedad degenerativa sin cura.
Entre los proyectos desarrollados por esta investigadora destaca un exoesqueleto pediátrico, denominado ATLAS 2020, de solo 9 Kg y capaz de controlar la rigidez mientras permite un movimiento más ágil y articulado mediante sus diferentes sensores de fuerza, presión y temperatura. Está dotado de articulaciones inteligentes que interpretan los movimientos del paciente detectando cuáles son deseados y cuáles indeseados, algo fundamental ya que en muchos casos existen movimientos espasmódicos que, mal interpretados, conllevan serios riesgos de seguridad al paciente.
Elena García Armada y uno de sus exoesqueletos Imagen: www.ABC.es |
Entre sus múltiples premios se pueden destacar:
Primer premio Innova e VIA (2014).
Mejor proyecto emprendedor CEPYME (2015).
Mejor tecnología sanitaria, premio ABC Salud (2016).
¿Qué pensaría el eurodiputado Janusz Korwin-Mikke de Elena García Armada?... Seguramente hay gente tan obtusa que no es capaz de reconocer lo más obvio.
¿Qué pensaría el eurodiputado Janusz Korwin-Mikke de Elena García Armada?... Seguramente hay gente tan obtusa que no es capaz de reconocer lo más obvio.
Feliz y reivindicativo 8 de marzo de 2017
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