lunes, 15 de mayo de 2017

GLEN SEABORG. UNA VIDA DEDICADA A LA TABLA PERIÓDICA

Glenn Seaborg
(Imagen: www.biografias.com)
Antes de 1940, la tabla periódica terminaba en el Uranio (U), el elemento número 92. Todo cambiaría gracias al trabajo de dimensiones casi épicas de un investigador bastante desconocido: Glenn Seaborg (1912-1999). Desde entonces, ningún científico ha tenido un impacto tan importante sobre el desarrollo de la tabla periódica como él. Seaborg ocupó el puesto de profesor en el departamento de Química de la University of California, Berkeley, en 1937. En 1940, Edwin Mattison McMillan fue el primero en detectar un elementos transuránico: el Neptunio (Np, número 93). Ese mismo año, Seaborg y su equipo lograron aislar el Plutonio (Pu, número 94)) como producto de la reacción del uranio con neutrones. El plutonio, como es sabido, desarrolla un papel fundamental en las reacciones de fusión que se producen en las plantas nucleares o en las bombas atómicas.

Durante el período de 1944 a 1958, Seaborg y sus colaboradores también lograron identificar los elementos con número atómico del 95 al 102 como productos de reacciones nucleares:

Americio (Am), número 95
Curio (Cm), número 96
Berkelio (Bk), número 97
Californio (Cf), número 98
Einstenio (Es), número 99
Fermio (Fm), número 100
Mendelevio (Md), número 101
Nobelio (No), número 102

Todos estos elementos son radiactivos y no se encuentra en la naturaleza; sólo se les puede sintetizar mediante reacciones nucleares. Por su labor de identificar los elementos más allá del uranio (los llamados elementos transuránicos), McMillan y Seaborg compartieron el premio Nobel de Química en 1951.

Entre 1961 y 1971, Seaborg fue presidente de la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos (llamado ahora Departamento de Energía). En este puesto, contribuyó de forma importante a establecer tratados internacionales para limitar las pruebas de armas atómicas. A su regreso a Berkeley, formó parte del equipo que en 1974 identificó por primera vez el elemento número 106; ese descubrimiento fue corroborado por otro equipo de Berkeley en 1993. En 1994, a fin de honrar las muchas aportaciones de Seaborg al descubrimiento de nuevos elementos, la American Chemical Society propuso dar al elemento 106 el nombre de Seaborgio, que llevaría el símbolo Sg. Después de varios años de controversia respecto a si era aceptable dar a un elemento el nombre de una persona viva, la IUPAC adopta oficialmente el nombre de Seaborgio en 1997, y Seaborg se convirtió en la primera persona en dar en vida su nombre a un elemento. La IUPAC también dio al elemento 105 el nombre Dubnio (símbolo químico Db) en honor del laboratorio nuclear de Dubna, Rusia, que compitió con el laboratorio de Berkeley en el descubrimiento de varios nuevos elementos. Este último laboratorio tiene también su propio elemento químico en la tabla periódica, el Berkelio (símbolo químico, Bk).

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